Viví durante toda mi vida entre los hombres y jamás me sentí parte de ellos, en ningún momento de mi profetizada vida logré entenderlos, un día piensan algo, y al otro, piensan todo lo contrario, pues desvarían entre el SÍ y el NO y la duda los domina sembrando miedo en sus pobres corazones.
Desde muy pequeño entendí la cruel realidad, que el hombre, en su generalidad, es incapaz de ser feliz con las cosas simples, por más de 30 años quise cambiar esta situación global, transformar el mundo, convertirlo en una gran comunidad de amistad, fraternidad y amor. Pero me fue imposible, sencillamente mi utopíaera destruída cada vez que los hombres cambiaron su discurso, simplemente fue imposible.
Mi historia está marcada por el miedo y la soledad, toda mi niñez se conformó por cortas estadías en cada lugar, por largos y, para mí, inexplicables viajes entre los vergeles bajo el implacable Sol, no pude tener amigos y un vacío inundó mi corazón.En mi adolescencia comencé a forjar mi proyecto de Nuevo Mundo para el desorientado humano, mas no podía manisfestarlas, debía callar mi maravillosa idea, pues mis "blasfemias" atentaban contra los principios morales del régimen social de la época.
Una vez convertido en "hombre" adulto, temí perder mis sueños por culpa del trabajo o de otras preocupaciones irrelevantes, sin embargo me arriesgué, publiqué y prediqué lo que por tanto tiempo había guardado, y un aluvión de acontecimientos magníficos se me vino encima. Miles se congregaban para oirme hablar de amor, solidaridad, respeto y convivencia, tuve amigos y una mujer, quienes me ayudaron a infundir el fervor revolucionario en la gente.Fue espléndido, creo que nadie fue, ha sido ni será más feliz de lo que yo fui en esos instantes en que creí ver mi sueño hecho realidad.

No obstante la masa, al igual que la marea, es susceptible a cambio, el miedo a ser castigados por creer en mi quimérica comunidad los embargó.A los tres días de proclamarme como su líder y salvador, hoy me castigan por pensar distinto, por divulgar mentiras. Y es en este momento que clavado a esta cruz, descubro que este mundo, no está hecho para soñadores.
1 comentario:
Poor Jebus
me gusto bastante tu texto.. se demuestra el lado humano de Jesus.. pues para la gente q se le olvida, él era humano y tenía pensamientos y sentimientos propios.. rencores, deseos.. odios y penas.
No capto la idea de robotizarlo tanto.
En fin Stean!.. un besito!
IO
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